Con esta camiseta, la selección española femenina de fútbol quiere transmitir un mensaje de preocupación por el medio ambiente y de cuidado por nuestros mares y océanos. Las camisetas de fútbol viejas, que pasaron de temporada y fueron abandonadas en algún cajón por sus dueños, han cobrado un nuevo sentido de vida: se han convertido en batas para niños internos en hospitales.