Cuando llegué era un 10, camiseta selección japón apostaba todo por mi técnica. Un ciclo que el propio jugador califica como «excelente, aunque no todo fueron flores ni momentos de victoria o de éxito y reconocimiento. Hubo una parte, los últimos dos o tres años, más difícil, menos agradable y con mucha incertidumbre. Lo que te hace eso es apreciar esos tres primeros años tan excepcionales y tan maravillosos. Ojalá hubieran sido seis o siete años igual».