El partido fue muy disputado, hasta que finalmente se tuvo que recurrir a tiempo extra tras un empate sin goles en los 90 minutos reglamentarios. Con esta derrota, Uruguay queda relegado al segundo puesto; Italia solamente con el empate (0-0 frente a Israel en el otro partido de la jornada) le bastó con quedarse con el primer lugar. En esta instancia, Uruguay tenía la gran chance de quedarse definitivamente con la Copa Jules Rimet, pues se había acordado que el que ganara tres Mundiales, la obtendría de forma definitiva (Uruguay ya contaba con dos títulos, al igual, en ese entonces, que Brasil e Italia, mientras Alemania Federal tenía solo 1). En semifinales, Uruguay se enfrenta a un duro rival y viejo conocido, Brasil.