También trabajó el terreno emocional, haciendo que el jugador se empapara de la historia del Real Madrid, club del que quedó fascinado prácticamente en la primera cita con Juni. La FIFA , que en este tema es bastante flexible, dio categoría de campeón del mundo al vencedor de los Juegos de 1924 y 1928. La celeste es, por tanto, la única selección que puede presumir de esta anomalía en su uniforme.