Muchas fábricas tenían sus propios equipos de fútbol que hasta ese entonces eran privilegio de los varones. Recuperar la categoría en la temporada 1978/79 fue más difícil de lo previsto y el ascenso se obtuvo en la última jornada gracias a la victoria a domicilio en el último minuto del U. P. Langreo sobre el C. D. Mirandés, que disputaba el ascenso al Real Oviedo.