En los partidos comenzó a aparecer un aficionado vestido con el disfraz de un conejo blanco, luego azul y como reguero de pólvora se le asoció como mascota del conjunto, a tal grado, que en los diarios, los caricaturistas, lo representaron así por mucho tiempo. El mismo cronista, Ángel Fernández, que convertía cualquier partido aburrido en el encuentro más colorido de la historia, escribió el himno que es tan característico del conjunto: “Cruz Azul, la Máquina azul…