Debió pensar que era alguien importante -ya que me habían traído de España a México para una sesión de grabación- y antes de bajarse en su parada me regaló un disco con 10 canciones que él mismo había camiseta dortmund editado. A la mañana siguiente, todavía con signos de la resaca posterior a la tarde de domingo que pasamos apostando en una pelea de gallos, ajax amsterdam salimos por la mañana desde León en un colectivo hacia Managua por un precio irrisorio -no más de 2 dólares-.