Algunos investigadores sostienen que el gobernador Aráoz adoptó una nueva bandera en marzo de 1820 cuando se proclamó la efímera República del Tucumán. Esta época no fue de excesivas reformas urbanísticas, ya que la pérdida de la capitalidad de Barcelona comportó la disminución de proyectos de gran envergadura. Inicialmente se especificó que tal atuendo debía ser escarlata o azul real, pero cuando se añadió el verde como tercera opción en 1912, pronto todos los porteros jugaban en ese color.